El problema planteado fue la intervención de una estructura moderna en desuso.
Si bien la obra en cuestión presenta algún signo de recuperación éstos son muy menores y, en todo caso, permiten conjeturar sobre la viabilidad de su recuperación como equipamiento social.
El objetivo de la propuesta fue condensar una serie de actividades que deben ser acomodadas en la parte persistente del ex Centro de Barrio de la Unidad Vecinal Cerro Sur, proyectada por el Arq. Fresnedo Siri. Esto incluye tanto la estructura de hormigón armado como su entorno inmediato y las vinculaciones que se generan entre ambos.
La propuesta programática, un Mercado de Flores con espacios culturales, desafía al estudiante a la incorporación de una serie de elementos que requieren del abordaje cuidadoso de las capacidades de la estructura existente y, eventualmente, de la adición de nuevas construcciones. En este último caso, la relación planteada con la preexistencia se vuelve tan fundamental (para la lectura unitaria de la propuesta) como la relación con el entorno físico y el paisaje.
La operación de proyecto sobre el soporte implicó definir estrategias a diferentes escalas. Por un lado fue necesario precisar qué aspectos de lo preexistente eran valorados y qué herramientas del proyecto podían contribuir a explicitarlos. Por otro, se debía ecualizar la intensidad de la arquitectura incorporada, en la medida que la misma se integra, absorbe o toma distancia de lo que ya existe.
Se buscó que el estudiante pudiera problematizar la relación con el entorno físico, urbano y natural, el acceso al predio, la forma, las proporciones, la materialidad, el color y la relación con el lenguaje propio de la Arquitectura Moderna.
Se esperaba que el proyecto resultante construyera una nueva entidad que transformara y potenciara lo existente, estableciendo un diálogo entre naturaleza y artificio, entre pasado y presente.



